Gael se acerca con su paso firme e inseguro galleta en mano con su pequeňa boca pintada de chocolate, me sonríe y yo siento un hormigueo en el alma, me ofrece ese delicioso manjar aderezado con sus dulces babas y yo no he probado nada más rico en mi vida. Me es imposible describir todo lo que me sube, todo lo que me baja, lo que me atraviesa por entero cuando descubro lo que le provoca a él que acepte su regalo. Disfruto con su andar de tentetieso, de sus avances día a día, sus paseos con la sonrisa perenne alrededor de la cocina, y su cara de asombro ante nuevas sensaciones. Es maravilloso poder reconocerme en él y hacer revivir a mi niña interior; algo tan especial nos une que no es fácil describir.
Recojo de "El Saltamontes" a Alvaro, y me cuenta una de las compañeras del proyecto que mi rubiete esta mañana ha tenido dos momentos importantes y preciosos. En el primero, con su lengua aún de trapo describía su sueño de esta noche: "estaba con mamá, porque la quiero mucho". Sin poder contenerme comienza el llanto emotivo y alegre por mi parte. El otro detalle ha sido para con su abuelo; "las nubes han tapado la Montaña de los Abuelos, y no le veo", y a mí me reconforta tanto saber que la perpetuidad de mi padre también la manifiesta él, que el llanto se reaviva.
Estos son sólo dos momentos de un día cualquiera. Y cada día me doy más cuenta del valor incalculable de lo que me dan mis hijos. Porque además lo percibo como un reflejo de lo que reciben ellos de mí y eso me hace sentir muy bien, poderosa, amorosa y responsable. Ser consciente de cuánto le importas a alguien es fundamental y en este momento siento que todo cobra sentido...
Estos son sólo dos momentos de un día cualquiera. Y cada día me doy más cuenta del valor incalculable de lo que me dan mis hijos. Porque además lo percibo como un reflejo de lo que reciben ellos de mí y eso me hace sentir muy bien, poderosa, amorosa y responsable. Ser consciente de cuánto le importas a alguien es fundamental y en este momento siento que todo cobra sentido...
en fin... love you!
ResponderEliminarAis! qué sabios son...
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