martes, 28 de mayo de 2013

Un viaje transpersonal


Hay momentos clave en la vida de las personas que no siempre han de coincidir con hechos significativos del proceso de vida. La trascendencia viene de la mano de lograr comprensiones profundas sobre nosotros mismos, en relación al mundo que nos rodea.

Hace poco tuve una experiencia intensa y muy emotiva, en la que me reconcilié con dios, con ese dios interior y personal, esa guía que llevamos dentro, la intuición sabia que hemos desdeñado en aras de lo puramente racional. Pasé dos días en absoluta soledad, caminando de manera consciente por los montes del Parque de Cabañeros. A nivel sensorial, contemplé la vastedad y belleza de la naturaleza exuberante y disfruté sus colores, olfateé el aroma que desprendía la vegetación, toqué la tierra y el agua, escuché los sonidos del campo y comprobé que todo es UNA sola cosa. Sentí la primavera dentro de mí.

Siempre que he sentido este tipo de conexión, ha sido en la naturaleza, y también en acontecimientos en los que el corazón se ha implicado de manera plena, con poca mente de por medio. Comprender además que, efectivamente, la felicidad nunca podrá venir desde algo externo a uno mismo, es difícil, pero posible. Ahí estaba yo, sin nadie cerca, con una botella de agua y una mochila, y me sentía plena, llena de vida, disfrutando de un llanto de alegría y danzando en armonía con la Tierra. Alcancé ese estado de felicidad, y supe entonces que está dentro, que siempre está dentro y que puede fluir, manifestarse fuera, y entonces algo mágico ocurre, lo irradias y eso te retroalimenta.

No se me ocurre mejor forma de transmitir lo verdaderamente importante de la vida a mis hijos, que siendo feliz de verdad, respetar mis propias necesidades, mostrar que el camino hacia uno mismo es un viaje de retorno al hogar, al origen  y sentir esa conexión íntima con uno mismo, con la tierra y con el cielo.

Vista desde Pico Umbría



2 comentarios:

  1. Felicidades, has tenido la suerte de seguir siendo mujer, a pesar de ser madre, te admiro por eso, por eso y por otras cosas. La vida, ha cambiado mucho. Cuando yo era una joven madre, resultaba muy difícil salir del estereotipo de madre y esposa. Me alegra que seas tan feliz, enhorabuena. Ya sabes que te deseo lo mejor. Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :-) Gracias mamá!! No sabes lo que me acaba de pasar! He tenido una preciosa sensación gracias a tus palabras. Te quiero!!

      Eliminar