martes, 1 de marzo de 2011

Queremos (y podemos) cambiar el mundo

Este pasado domingo tuve una de las sensaciones más reconfortantes y esperanzadoras de mi vida. Acudimos a una charla (no importa el tema; de ello seguro que escribiré en otra ocasión) un grupo de personas con las que nos vemos de forma habitual y otras desconocidas. La charla para el grupo se convirtió en una reunión de gente con unos ideales e intereses comunes, hubo un interesantísimo debate, que por mi parte hubiera prolongado hasta el amanecer si me lo permitiera mi cuerpo, que no estamos ya para esas cosas (sic)...



El mundo puede ser diferente, podemos cambiarlo con pequeños gestos, y entre todos puede funcionar una camaradería tan especial, que lo que nos propongamos va a ir saliendo porque todo va a conspirar para que se de. Puede ser así de sencillo si actuamos desde el convencimiento y la seguridad absolutos. Y si además nos sentimos arropados, todo fluye de mejor manera. 

Personalmente sé de buena tinta que si tomara el camino fácil para no salirme de la fila, no sólo me estaría arrepintiendo toda la vida, sino que me estaría traicionando a mí misma y a los míos. Por eso, decido seguir ilusionada, e intentar hacer realidad mis sueños y los de los míos.

Gracias a todos los que acudimos, y gracias Laura Mascaró por, entre otros motivos,hacer de nexo entre todos nosotros.

1 comentario:

  1. Comparto totalmente lo que escribes, para nosotros fue mucho más que una charla, fue un cambio de dirección vital. Besos! Pablo&Belén

    ResponderEliminar