Me acabo de dar cuenta de que Gael me está enseñando algo importante. No sabía muy bien de qué manera interpretar a través del raciocinio lo que me estaba ocurriendo estos últimos días, pero finalmente dí con ello.
Mi segundo gran maestro, el que me está abriendo de nuevo el alma, me está mostrando dos cosas: por un lado, que no puedo ni debo decidir por él; es dueño de su vida, como deberíamos ser todos y cada uno de la nuestra. La segunda enseñanza tiene que ver con las expectativas.
Llevamos esperando su llegada desde hace una semana y en un momento dado, la espera se convirtió en impaciencia, después se tornó en angustia, hasta que de nuevo apareció la calma relativa. Lo que tiene que ser, lo será en su momento. No soy quién para asignar un día en el calendario y controlar desde el principio de su existencia exterior su vida y sus sensaciones, así que retomo la confianza en mí, en mi cuerpo, en mi sabiduría de mujer salvaje, pero sobre todo en él, quien es el único que realmente tiene la llave de todo y espero… eso sí, con ganas, para qué negarlo.
Aprendo también que me he dejado llevar por la locura del control y la planificación; no soy dueña del destino, no todo depende de mí y de ahora en adelante tomaré conciencia en cada acto, cada situación de hasta qué punto puedo modificar el camino hacia el destino de las cosas. Siempre cuestionando.
Gracias, hijo, te esperamos con los brazos abiertos.
Me encanta tu blog!!
ResponderEliminaránimo, en poquito le verás la carita!!
Suerte!!!
Estoy contigo, no dejes de escribir.
ResponderEliminar1000 besos mi niña ;-D
Sonia, acabo de conocer tu blog, y me encanta!!! me identifico muchisimo con tu descripcio en la cabecera del blog!
ResponderEliminarIré poniendiendome al dia con tus entradas atiguas,y desde hoy me añado a tus seguidores. Si tienes un ratito y quieres conocerme un poco mas, te animo a que te pases por mi blog http://creciendocondavid.blogspot.com/
Enhorabuena y ya nos contaras la llegada de tu pequeño!!