Ciudadanos de provecho, obedientes y que no molesten. Son las premisas fundamentales para servir a la sociedad de consumo. De provecho, porque así lo requiere el capitalismo y lo que deriva de ello: bancos, empresas que pretenden cada año obtener aún más beneficios pero con menos gastos... Obedientes y no molestos, porque es una jodienda tener que andar calmando a las masas agitadas, no vaya a ser que algún desviado cargado de razones remueva conciencias que no interesan.
Esto es lo que básicamente ocurre hace ya demasiados años. En Mayo del 68 parecía que se abriría una nueva era, y sin embargo, el neo liberalismo se acentuó de tal manera, que no se ha bajado los pantalones en estos 42 años que han pasado ya. La traición de los sindicatos empoderados no dejó evolucionar aquel movimiento. Es estremecedor lo que pasa; cómo nos hemos acostumbrado unos, y cómo lo hemos mamado otros. Parecemos abocados al caos sin remedio, y cuando un grupo de personas conscientes levanta la cabeza, se atreve a cuestionarlo en público, se les tacha de anti-sociales. Por supuesto, no podía ser más acertado, somos anti-esta sociedad. O como rezaba uno de los miles de carteles que decoran Sol estos días: No somos anti-sistema, el sistema es anti-nosotros. Más claro el agua.
Encuentro tan complicado este tema, y veo tantos mensajes difusos, que tengo la sensación de que perdemos el norte cuando nos auto-encasillamos dentro de una "tendencia". Yo siempre he dicho que soy de izquierdas; está claro, ¿no? Para mí tiene un significado mucho más amplio que la simple etiqueta por asignación a determinados partidos políticos, es decir, por poner los ejemplos más cercanos que tengo, no tengo por qué estar de acuerdo con todo lo que IU escribe en su programa, y ni qué decir tiene que no se puede asegurar tampoco que votar al PSOE sea cosa "de rojos" (al menos hoy día, no). Entonces me pregunto: ¿cómo salir de la rueda sin ser indiferente al mundo y sin ser insensible a la injusticia? ¿Es realmente posible ser apolítico de verdad? ¿Cómo se podría expresar todo lo que ebulle en la cabeza sin caer en un lugar u otro? Porque al igual que me gustaría encontrar ese camino, honestamente, creo que todo lo que uno piensa y dice está en un sitio u otro; las ideologías están definidas hace ya mucho tiempo y las mezclas a veces resultan incongruentes, a mi modo de ver.
Otro tema es por qué nos posicionamos como si nos fuera la vida en ello cuando "gana" o "pierde" determinada opción política. ¿Qué somos? Muy fácil: un rebaño. Valga el ejemplo, sin menospreciar ni a los pastores de verdad ni a sus animales. Al rebaño-sociedad se le hace creer que importa y se le tiene ¿contento?, pero lo que realmente le importa al pastor es que su rebaño funcione y no se le salga ningún miembro de la fila. Con lo que deduzco que al "pastorcillo" de turno, apoltronado en su gran sillón, borracho de poder, poco le importa lo realmente importante, valga la redundancia, porque siempre estará vendido al dinero y al sistema productivo. Con lo que la política hoy en día no tiene sentido alguno. Estés en el lado que estés, todo gira alrededor de lo mismo (también es verdad que en un lado más que en el otro). Pero insisto: ¿cómo articularse en lo apolítico? Por más que intento estructurarlo, no me sale el croquis.
Y sin embargo, estoy convencida de que llegados a ese punto, al de la apolítica de verdad, llegaríamos a ser auténticamente libres. No sé. Si alguien tiene alguna idea, por favor, que me la preste, porque no me gusta este circo. Y ya termino, con la famosa cita de la antropóloga Margaret Mead que dice: Nunca dudes de la capacidad de un pequeño grupo de ciudadanos comprometidos y conscientes para cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado.
Y sin embargo, estoy convencida de que llegados a ese punto, al de la apolítica de verdad, llegaríamos a ser auténticamente libres. No sé. Si alguien tiene alguna idea, por favor, que me la preste, porque no me gusta este circo. Y ya termino, con la famosa cita de la antropóloga Margaret Mead que dice: Nunca dudes de la capacidad de un pequeño grupo de ciudadanos comprometidos y conscientes para cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado.
el gran poder del neoliberalismo esta en nuestros corazones, y mas profundamente infectando en nuestros cerebros.
ResponderEliminaralgunos nos creemos profundamente que somos de izquierdas, pero ..¿que hacemos por nuestro entorno? ¿conocemos a nuestro vecino? ¿¿sabemos si tiene algún problema en su vida, o incluso como se llama?
nuestros corazones están podridos de neoliberalismo, y el verdadero cambio debería hacerse desde el interior de cada uno, de poco sirve manifestarse en concurridas plazas si luego al llegar a casa nos introducimos en nuestra coraza porqueyolovalguista, y solo nos preocupamos de nuestros intereses.
el cambio se hace desde dentro y debe ser profundo, a esta sociedad le quedan muchos palos por recibir, y aun así que conste que da pena ver que cuando apriete mas la situación en vez de rebelarnos , la opción sea emigrar, que es lo que hacen históricamente todas las sociedades.
TRISTE FUTURO PARA NUESTROS HIJOS